La mente que despierta
lentamente del sueño profundo
es así, tal como el niño que nace
que viene desde otro tiempo
para reencontrar un paisaje
ese que anhelaron tanto.
Vienen a celebrar el canto
a descubrir la gracia
del que ríe, del que salta
del que frío y encerrado
no sabe salir de su espanto.
Porque es un tránsito
hacia el despertar sereno
en el encuentro con un mundo
no tan distinto, ni tan igual
se mixtionan encendiendo una realidad,
de esta realidad que hoy canto.
Quiero en este nuevo día
salir del ensueño hacia lo alto
quiero ver al niño reir sin llanto
quiero sentir a la mente
límpida y fresca, jugar sin sobresalto.
Iván N.
Agosto 2013
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