El principio "No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos, lo importante es que comprendas que tu no has elegido ningún bando" (Los Principios, La Mirada Interna, Silo) me invita a reflexionar acerca de que hay una serie de condiciones físicas, sociales, culturales, económicas, políticas que no elegimos en nuestra vida, a pesar de que muchas veces creemos haberlas elegido. Es decir los acontecimientos nos pusieron en un bando, en un lugar, un espacio. Si comprendemos que ese bando no lo elegimos, es un paso hacia la libertad. Hacia la libertad de elegir qué vida y qué realidad queremos construir.
Para ir en otra dirección uno puede elegir, y no que las cosas simplemente le sucedan. Entonces puedo elegir la dirección de mi vida, elegir qué realidad construir, elegir qué pensar, sentir y hacer.
El principio de los bandos no nos invita a abandonar todo bando o posición en una pretendida neutralidad imposible, que también sigue siendo una posición en definitiva. Nos invita a construir la dirección unitiva para nuestra vida.
Por eso elegir siempre estar del lado de los oprimidos y no de los violentos poderosos, elegir estar del lado de la no violencia y la compasión frente a la crueldad y el despotismo, elegir estar del lado del progresismo social frente al totalitarismo de mercado que genera dolor y sufrimiento en las poblaciones, elegir estar del lado de todo aquello que avance en función de mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo.
5 Cuando vio a las multitudes, subió a la ladera de una montaña y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, 2 y tomando él la palabra, comenzó a enseñarles diciendo:
ResponderEliminar3 «Dichosos los pobres en espíritu,
porque el reino de los cielos les pertenece.
4 Dichosos los que lloran,
porque serán consolados.
5 Dichosos los humildes,
porque recibirán la tierra como herencia.
6 Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
7 Dichosos los compasivos,
porque serán tratados con compasión.
8 Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán a Dios.
9 Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios.
10 Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque el reino de los cielos les pertenece.
11 »Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
El que busca la Verdad es verdaderamente libre