Ir al contenido principal

Reflexiones sobre el significado de “Irradiar” El Mensaje de Silo.



El Mensaje es, sobretodo, experiencia. Es experiencia en las ceremonias, y es experiencia en los significados que se plantean en La Mirada Interna y en el Camino. Comprendo esos significados también por experiencia y no sólo por entendimiento intelectual. Comprendo porque internalizo esos significados, los pienso, los siento y los llevo en los actos.

Irradiar es, entonces, vivir desde esa experiencia, hacerla cada vez más presente, internalizarla y profundizarla, para ir hacia los demás desde ese emplazamiento.



Por ejemplo, si El Mensaje plantea “Aquí hay alegría, amor al cuerpo, a la naturaleza, a la humanidad y al Espíritu”, intento sentir ese amor, hacerlo certeza en mí, y desde ahí relacionarme con el mundo. No es la “idea” de la alegría o el amor, sino que es desde esa alegría y ese amor con encaje en mí como sentimientos que voy hacia otros desinteresadamente.  

Ahí estoy irradiando El Mensaje, cuando siento por experiencia lo que en el libro plantea, y lo practico con otros. Si El Mensaje plantea en Los Principios “cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas”, si en lugar de explicarle a los demás esta idea, hago lo que dice el Principio, lo convierto en experiencia sincera y sentida en mi trato con los demás, entonces estoy irradiando El Mensaje.

Ahí encuentro la diferencia entre “difusión” e “irradiación”, cuando difundo hago conocer a Silo, a su obra, difundo alguna celebración particular, doy publicidad de nuestras actividades diversas. Cuando irradio doy a otros lo bueno que Silo a través de su Mensaje me dio, por ejemplo: si me ayudó a superar mi sufrimiento, a encontrar el sentido de mi vida, yo entonces ayudo a superar el sufrimiento a otros, a que encuentren su sentido; lo ayudo mediante actos sinceros al otro. Entonces estoy “irradiando” El Mensaje en la práctica, mediante actos válidos.

Si El Mensaje, plantea “aprende a reconocer los signos de lo sagrado en tí y fuera de ti”, intenciono en reconocer esos signos de lo Sagrado, y luego “traducirlos” hacia el mundo, llevarlos a otros a esos significados, de la manera que más tenga encaje en mi (mediante escritos, actos, gestos, a través de el arte, de acciones sociales, del simple trato solidario con otros). Entonces traduzco esos significados con bondad, entonces estoy “irradiando”, estoy generando una influencia sobre los demás con El Mensaje como fuente de inspiración.

Si este es El Mensaje de “lo Profundo” como nos planteara el Maestro, entonces uno conecta con eso Profundo mediante El Mensaje como vía, y lo que venga de allí (significados, inspiraciones) lo comparto con otros, lo doy al mundo, entonces siento que estoy irradiando, como un fin en sí mismo, lo cual me deja el registro claro de la acción válida.

El diccionario plantea que “irradiar” es un verbo transitivo cuya definición es: “Despedir o emitir [un cuerpo] radiaciones luminosas, térmicas, magnéticas, etc. ´el sol irradia luz y calor´; Someter un cuerpo a la acción de determinados rayos; Propagar o hacer llegar [una persona o una cosa] su influencia en algún aspecto”.

En definitiva, siempre estoy “irradiando” algo en el mundo. Si estoy de mal humor, fastidiado, molesto, genero esa influencia en los demás. Si estoy “conectado” con los significados, experiencias y registros de El Mensaje, estoy también influyendo desde allí en otros. Es inevitable, es condición humana a través de nuestra sociabilidad, de nuestras relaciones interpersonales, influirnos, irradiarnos mutuamente entre los seres humanos, es parte de la inevitable resonancia mutua.

Si “vivo” emplazado desde El Mensaje entonces estaré aportando a que esas relaciones humanas se encaminen en dirección luminosa, ascendente, hacia los espacios y tiempos sagrados.

Irradiar El Mensaje es vivir en El Mensaje, y eso tiene consecuencias infinitas, inimaginables, trascendentes, por más que esa irradiación surja desde los actos más simples de la relación humana.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Humanizar y despertar en la época del capitalismo tecnológico

Las propuestas de transformación social actuales de un futuro con justicia, con igualdad de derechos para todos los seres humanos, con reconocimiento de la diversidad humana, tan interesantes y que se van manifestando con mayor o menor potencia, en las cuales nos involucramos activamente quienes nos indigna el estado actual de las cosas, necesitamos que incluyan en su proyecto el despertar de la conciencia humana y de un nuevo espíritu humano, con la correspondiente construcción de nuevas subjetividades de las personas como punto esencial. Porque si el capitalismo está metido en la cabeza de las personas, nos tenemos que preguntar cómo transformamos esos valores para construir una nueva sociedad. Cómo superamos los deseos más oscuros de acumulación de poder, de dinero, de ascenso a toda costa en la conciencia de los seres humanos. Porque el capital acumulado se ocupa muy bien de influir en esas subjetividades de los pueblos en función de sus intereses. Mediante sus potentes medios, r...

Por qué, alma mía...

  “¿Y por qué, alma mía, esa esperanza?” ¿Por qué?  ¿A qué se debe que aún en mi oscuridad, mi alma reciba ese impulso de esperanza, esa leve señal luminosa, denotando que no todo está perdido? ¿De dónde viene ese pulsar? ¿Qué lo motiva, lo mueve, lo trae? ¿Por qué aún en el infortunio de mi ser llega esa suave señal que todavía me puede dar futuro? ¿Por qué? ¿Es la maravilla de la existencia humana, su sentido, su razón de ser? ¿Es la intención evolutiva que siempre empuja? A pesar de toda desesperanza, de todo fracaso, de todo encierro. ¿Es la belleza de la vida? ¿Su razón de ser? ¿Por qué alma mía?  Decime, por qué… Quizás es todo eso. Quizás no hay respuesta definitiva. Quizás son muchas más. En todo caso: gracias.  Gracias alma mía por esa posibilidad sagrada… Espero poder verla, captarla, tomarla, beber su luz, impulsarla hacia el futuro sin límites. ….. Inspirado en lo dicho por Silo con motivo de la inauguración del Parque de Estudio y Reflexión La Reja en ma...

La apatía política como alarma en una Democracia en crisis

La apatía política muestra una crisis de representación en nuestro país,  cuyo reflejo son los índices de baja participación electoral que se están registrando en las elecciones. En la Ciudad de Buenos Aires la participación fue de las más bajas de la historia, en donde votó el 55,3% del padrón solamente en las últimas legislativas. Históricamente la asistencia electoral osciló entre el 69 % al 85 %, con un 77 % en promedio, en esta última dos de cada cinco personas no fueron a votar. Hace muy poco nomás, en 2019 el nivel de participación fue del 80,1% en la Ciudad, según informa el Ministerio de Justicia porteño y recupera chequeado.com   Los índices más bajos se registraron en 2003, muy cerca del estallido de 2001, momento con el cual encontramos numerosas coincidencias comparado con la coyuntura actual. En la historia los ciclos se vuelven a repetir, en distinta escala. Las enormes similitudes con el desánimo por la participación y el descreimiento en la política con la déc...