Los Parques de Estudio y Reflexión son un espacio que nos ayuda a conectarnos con lo sagrado, donde intentamos que se exprese lo mejor de la Humanidad. Son el recodo, son la atmósfera necesaria que recompone, en tiempos de descomposición. Son la no-violencia en tiempos de violencia. Ahí está el buen trato, en tiempos de destrato y crueldad. Son el encuentro con los amigos, fieles compañeros de camino. Son un alto en ese camino, para pensar, reflexionar y luego volver a andar. En los Parques el espíritu se recompone, se alegra, se eleva, se engrandece, para ayudarnos a volver al mundo, a volver intentar otra vez más. Son el lugar donde la espiritualidad está latente, donde la buscamos y podemos conectarnos con ella con más facilidad. Si nos falta paz, fuerza o alegría, en los Parques podremos intentar acercarnos a ellas, o a un atisbo que nos indique el mejor camino hacia allí. Los Parques de Estudio y Reflexión serán siempre el espacio de la respuesta al llamado, de