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Mostrando entradas de junio, 2020

Tiempo, aguárdame

Tiempo, espérame Seamos artistas de las horas lentas Tiempo, escucha Las melodías sacras que nos regala el viento Tiempo, aguárdame Estoy en el mar sereno del recogimiento. Tiempo, cálmate Detengamos la prisa de los pensamientos Tiempo, paciencia Corremos tras lo efímero de ilusos sueños Tiempo, elévate Hoy no desespero, porque me reencuentro. Una hoja es más bella, si sólo la contemplo El canto de un ave, más puro, si no huyo al recibir su obsequio El verde campo, más vivificante, si me fundo en su ilimitado consuelo. Tiempo, hoy me despego de la velocidad incesante Suspendo el estéril deseo Para que la eternidad se acerque, dibuje su puerta Nos invite a ingresar, nos regale otro espacio, otro tiempo. -IN-

Comunidades humanas colaborativas y empáticas para una "nueva normalidad"

Por Iván Novotny Licenciado en Ciencias de la Comunicación - UBA Hoy cuando se escuchan voces reclamando "volver a la normalidad" ¿De qué normalidad están hablando? La "normalidad" anterior a la existencia del covid-19 era una supuesta normalidad en la cual se había naturalizado una realidad social sumamente injusta. Lo decimos entre comillas porque no puede ser nunca normal una situación de tal desproporción.  Porque aquella supuesta normalidad nunca fue digna para los sectores excluidos y discriminados. En cambio para los estratos de mayores ingresos era una normalidad más cómoda que la generada a partir de la aparición del nuevo coronavirus: podían consumir moviéndose libremente por el mundo sin preocuparse por más nadie que ellos, entretenerse hasta el hastío gastando sus recursos como quisieran.  Luego el virus obligó a un aislamiento que forzó a un cambio drástico del ritmo de vida mientras se fueron evidenciando aquellas injusticias antes natur